Aquí os presento la primera experiencia que un miembro de la Compañía DyD quiere compartir con todos nosotros.

He de decir que estoy segura que es el princio de una sección muy entrañable y seguramente, muy especial. No me cabe duda, que los miembros de la Compañía DyD pueden mostrarle al mundo no sólo su valia como bailarines, sino lecciones tan importantes como la que nos da Lucia hoy: la vida necesita de sonrisas y que no la hagamos tan complicada.
Espero que disfrutéis y os emocionéis como lo hecho yo.


Al resto de los miembros de la Compañía DyD, les animo a que nos enseñen lo mejor de sí mismos. Un beso