EXPERIENCIAS DE VOLUNTARIADO IV

POR MINERVA TEJERO SANZ

“Conocerlas es quererlas”.

Esa es una de las primeras frases que recuerdo haber oído al entrar a la escuela y considero que resume bastante bien lo que yo he vivido dentro de ella hasta el momento.

Mar, la profesora de danza y autora de esta frase, fue la que nos presentó en la Universidad de Valladolid este proyecto tan esencial denominado “Danza y Diversidad”. La forma en la que nos contó cómo podíamos ayudar, entrelazando la danza y la inclusión, fue lo que provocó que no me lo pensara dos veces. A pesar de no tener mucha experiencia en ninguno de estos dos ámbitos, decidí comprometerme con este voluntariado porque sabía que la que más podía aprender en cada clase iba a ser yo. Y así fue.

He de confesar que el primer día, antes de entrar a la clase, en mi cabeza solo rondaban preocupaciones ¿les caeré bien a las chicas? ¿se dejarán ayudar? ¿seré capaz de ayudarlas? Todas esas dudas se disiparon mucho antes de lo que hubiera imaginado. Diez chicas, de entre veintisiete y treinta y dos años, me hicieron sentir una más desde el primer momento.

Acompañarlas semanalmente ha sido un placer y crecer junto a ellas un lujo. Y, aunque no todo haya sido fácil, ver cómo han ido evolucionando a lo largo del curso, cómo su esfuerzo, la paciencia de Mar y la constancia de todo el grupo daba sus frutos ha sido verdaderamente enriquecedor.

Me llevo infinidad de recuerdos de este primer año, que desde luego que no va a ser el último. Desde los primeros días donde mi nombre cambiaba cada tres minutos hasta la última carcajada en los vestuarios.

Solo me queda agradecer a Mar todo el trabajo y empeño que pone día tras día para que todas creamos un poco más en nosotras mismas y en nuestras capacidades mientras disfrutamos de la danza, porque es de admirar. Por último, decirles a mis chicas (Ángela, Bea, Laura, María Cano, María de la Hera, María García, Miriam, Raquel, Sara y Soraya) que dentro de muy poco nos volveremos a ver y que no he podido echar más de menos sus abrazos de los martes y jueves (porque son mis favoritos)