EXPERIENCIAS DE VOLUNTARIADO I

POR PENÉLOPE GUERRA LÓPEZ

«Conocí la existencia de este voluntariado gracias a la Universidad de Valladolid. En cuanto vi el cartel anunciándolo en el pasillo de mi facultad supe que quería participar. Combinar danza, que siempre ha sido mi pasión, y diversidad me pareció una idea muy interesante, ya que estudio primero de Educación Social. Y la verdad es que no me equivocaba. 

Desde el primer día intuí que iba a aprender más yo de ellas que ellas de mí.  Y así fue.

Resultaba muy reconfortante y admirable al mismo tiempo ver como cada día el trabajo y la constancia de Mar daba sus frutos. Verlas mejorar y esforzarse a diario es una de las sensaciones más bonitas que nunca había sentido. 

No hacía falta más que verles las caras para darse cuenta de que estaban disfrutando con la danza. 

También tuve la oportunidad de compartir escenario con ellas en varias ocasiones, y eso también me lo llevo para toda la vida. 

Actuar a su lado me hizo aprender muchas cosas, a pesar de que lo llevo haciendo más de la mitad de mi vida. 

Ver cómo se ayudaban entre ellas antes de salir, o cómo me la pedían a mí, me hacía sentir parte de algo que admiraba. 

Ya encima del escenario, nunca se me olvidarán las sonrisas que me regalaron mientras bailábamos. 

Gracias a este voluntariado me he dado cuenta de que a veces damos por sentado cosas que no deberíamos… Estas chicas, desde las más pequeñas hasta las más mayores, me han enseñado que si trabajas y le pones ganas a algo acabas consiguiéndolo. 

Le estoy muy agradecida a Mar y a la escuela de Danza de Valladolid por haberme dado esta oportunidad tan bonita»