El 2 de julio nos dejó uno de los fundadores de la Asociación Cultural Danza Española -titular de la Escuela de Danza de Valladolid-, Felix Tomillo Noguero.
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Félix Tomillo Noguero |
Durante 22 años ha formado parte de la Junta Directiva; los 13 primeros (1991-2004) como presidente.
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El Norte de Castilla, 4 de julio de 2014 |
Como todas las cosas que ha hecho en su vida, puso toda su alma, infatigable trabajo y privilegiado intelecto en cada uno de los proyectos, objetivos y dificultades que la Escuela ha afrontado a lo largo de esos 22 años, compartiendo las fatigas y los éxitos con los demás miembros de la Junta Directiva, entusiastas de esta entrañable e histórica escuela de danza. Fundada y dirigida por Mariemma desde 1974 y guiada después artísticamente por su espíritu y legado.
Tu orgullosísima hija, María Tomillo, directora del Proyecto Danza y Discapacidad, Compañía DyD y autora de este blog, te agradece todo tu amor, enseñanzas, valores y espíritu de trabajo que me has transmitido.
En armonía con mi madre, vosotros sois la base en la que se inspira mi caminar diario, mi «hospitalidad» como Cristiana.
Todos los proyectos que hasta ahora he emprendido en mi vida, han estado apoyados, guiados y seguidos, de alguna u otra manera, por mi padre. De entre ellos destacan dos, mi introducción e investigación en Danza Antigua, pero sobre todo y especialmente, el Proyecto Danza y Discapacidad del que tú, papá, te has sentido emocionadamente orgulloso, fan nº 1 y compañero de viaje en muchos de nuestros espectáculos.
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Viaje a Portugal, 2007 |
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María Tomillo y Félix Tomillo. Gira por Portugal, 2008 |
Por todo ello, te agradezco toda tu dedicación, «por amor al arte», a la Escuela de Danza de Valladolid, y como padre, a toda tu familia y a ésta, tu hija, que se siente muy orgullosa de tí.
¡Gracias Félix!, ¡Gracias papá!
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Me sumo a tus sentidos y cariñosos comentarios a Félix el guía, a Félix el amigo, a Félix el hombre…..
Para Félix yo era un verso libre entre los estudiosos del turismo. Recordando el día que así me calificó en el restaurante Buenos Aires del monte Naranco en Oviedo me invade una inmensa tristeza por la pérdida de un valiosísimo colega que era además un amigo entrañable. Con mis condolencias a su esposa y a su hija. Que descanse en paz.
Tuvimos nuestras diferencias, siempre desde la sinceridad y el respeto mutuo. Me queda el recuerdo de su gran capacidad intelectual y también su enorme calidad humana. Hasta siempre, Félix, descansa en paz.
Mis más sentidas condolencias a la familia, con un abrazo especial a Félix, Dani y María.
Muchas gracias a todos de corazón.